viernes, 25 de junio de 2010

Senderismo en Senjogahara

El día se ha levantado despejado. Antes de comenzar con él día he de decir que los dioses Shintoistas sí que son efectivos, ayer cuando me acerqué al santuario pedí que me concedieran un buen viaje y conocer a gente interesante.
Tenía pensado levantarme a las 7, pero he dormido muy bien hoy… unas diez horas jajajaja la cama era comodísima (era un futton más grueso que el del hotel, tipo colchoncito). Así que me he puesto en marcha a eso de las 8 de la mañana. Este episodio de mi viaje está dedicado a mis compis del GORNP, en especial a Adolfo, Patri y Maca (Que no sé si me están siguiendo ya que no comentan ni una entrada… eso o que un mafioso ruso les ha cortao los dedos).

Hoy tocaba excursión a Senjogahara, cerca del lago Chuizenji en el Parque Nacional de Nikko. Pregunté a mi casera si en la zona podía comprar comida, pero por lo visto allí arriba hay poca cosa más que árboles, aunque si llegaba al lago Yunoko quizá si podría encontrar algo, pero para mayor seguridad me aconsejó comprar algo en la estación. Así lo hice… un suculento o-bento con pasta, arroz, pollo, setas y no sé qué más. No resultó estar muy malo cuando llegó la hora de comer.
Con todo listo, compre el billete de autobús (ida y vuelta) por 2500 yenes… (25€) me cago en tó, salen más caros los autobuses que los trenes, Japon is different.

Tardaría una hora en llegar a la parada de Akanuma, justo en la entrada al sendero que conduce a Senjogahara.
Y por qué este pantano y no otro de los sitios que hay alrededor de Nikko para hacer senderismo… mi “frikismo” vuelve a contestar la pregunta. Senjogahara Hitagi es una de mis personajes favoritas del Anime, es la co-protagonista de Bakemonogatari y, para mi gusto, la mejor Tsundere de la historia (wikipedia para mas info).
Pues bien, ahí me veo yo, en un autocar con 40 señores y señoras que sobrepasaban los 60 años… por lo visto el senderismo en Japón está muy extendido entre los jubilados, luego entendería por qué.

No sé si serán todos iguales, pero al menos este no tiene nada que ver con los senderos en España. Aquí están sobradamente preparados para pasear, el sendero por todo el paraje esta concienzudamente marcado y la mayor parte del tiempo caminas sobre una tarima de tablas, salvo cuando se convierte en una zona más abrupta. Rara vez te sales del sendero porque salirte implica pisar plantas, ya que no solo el cielo del bosque está copado; en el suelo se extiende un manto de herbáceas que lo cubren todo de entre las cuales se escuchan los suaves murmullos de los animalillos al esconderse a cada paso. De esto saco dos valoraciones:

1. Como amante de las rutas salvajes, no me gusta mucho tener un camino tan fijado. Hacer esto hace que mucha más gente visite el lugar lo cual, en España, podría ser un problema (estamos acostumbrados a encontrar botellas de plástico y basura tirada hasta en el mismo corazón de Grazalema, imaginad poner al alcance de un dominguero común un paraje como este).

2.
Japón también es diferente en este aspecto, es muy posible que el permitir el acceso de una forma tan guiada, haga que las especies animales y vegetales puedan desarrollar sus vidas de una forma más tranquila y segura, después de todo, acercar la naturaleza a la gente hace que la comprendan y despierta en el ser humano una cierta responsabilidad y sentimiento de protección.

El caso es, que me he pasado el día saludando con un “Konnichiwa” que terminó deformándose hasta un “chwaaa” (no solo a mi, conforme avanzaban las horas los saludos de los nippones también sonaban asi jajaajaja) y asintiendo con la cabeza. Esto viene siendo igual cuando salimos de senderismo en España, pero claro, allí te encuentras a cuatro gatos… imaginad que toda la gente que se ve en el pasillo de Trecking del Decathlon fuera realmente a hacer senderismo… imaginad tener que saludarlos a todos jajajaajajaja
Bueno, volviendo al tema que me voy por las nubes; el bosque de Senjogahara es impresionante; no sabría decir con exactitud pero creo haber reconocido algunas especies que me resultaban familiares, pero no estoy seguro. Unos grandes y frondosos, los más numerosos al principio, creo que podían ser Abedules; entre medio se encontraban los Pinos japonses (Matsu) y otros que por la forma de sus hojas me recordaban a los robles, con las fotos intentare identificarlos cuando posea conexión a internet.

Por el camino pude ver algunos animales, como coloridos pájaros, alguna huidiza serpiente a la que no me dio tiempo a fotografiar (tenía un tamaño considerable) o incluso algo que pude captar en video, disfrutadlo.



Como he dicho, el sendero te hacía recorrer una tarima de madera y en cada bifurcación había una señal con flechas y la distancia hacia cada punto; es decir, en este tipo de parque es IMPOSIBLE perderse. Prueba de ello eran los numerosos grupos de niños, con o sin monitores, que andaban de allá para acá, sin duda ha sido lo más gracioso del día, ver como veinte niños y niñas te saludaban con un sonoro KONNICHIWAAAAA~ y algunos incluso se arrancaban con un “Herou” (Hello) y los compañeros se partían de la risa. La verdad que ha sido bastante simpático el paseo; ha habido un momento en que venía hacia mi un grupo, la profesora se ha girado y le he escuchado decirles que me dijeran “Hello”… y así ha sido, uno por uno me ha saludado de esa manera y cuando lo ha hecho el último lo he hecho con un Konnichiwaaa minna!! (Hola a todos!) y han roto a carcajadas.
Senjogahara viene siendo un pantano, supongo que debe de ser algo parecido a las Tablas de Daimiel; en uno de los numerosos carteles explicativos, podía verse un esquema de que anteriormente fue un río, después un pequeño lago, hasta el pantano que es actualmente.

En vista de lo rápido que podía moverme por allí, decidí alargar mi itinerario y me dirigí al Lago Yunoko, pasando por las Cataratas de Yudaki. Este salto de agua es impresionante, medir alturas a ojo es bastante difícil, máxime si cuentan con inclinación, pero estimo que podía ser un corte de unos… de cuarenta a sesenta metros aproximadamente. Justo en su base había un mirador y a su lado una escalinata que serpenteaba hasta llegar a la cima, a riesgo de echar un pulmón me decidí a subirla para llegar al lago. Ante mi se extendía una vasta planicie rodeada de montañas. Por lo que ponía en los carteles, el lago Yunoko es un santuario para los pescadores, que vienen de todo Japón para pescar en sus aguas.

Después de sacar algunas fotos me dispuse a rodear el lago, la vegetación allí era distinta y cual fue mi sorpresa que en algunos puntos del recorrido, los árboles estaban marcados con plaquitas con sus nombre, en japonés y el científico en latín. Además de otra curiosidad, cada x metros había un cartel en el que se veía una foto y tres opciones, todo en japonés, pero más adelante entendí que es una especie de Juego-Examen para ver si reconoces las plantas o las aves de las fotos. Este sendero no disponía de tarimas y me crucé con menos gente que en Senjogahara, allí me comí el bento; con la curiosidad de que pasó un grupo de escolares y uno dijo “oishi desu ka?” (¿está bueno?) al que respondí con un “aa, oishi desu” (si, si lo está) y de nuevo se marcharon entre risas, está visto y comprobado que a los japoneses les sorprende mucho que los “gaijin” les hablen nihongo.
Más curiosidades, un árbol me llamó la atención, parecía de la familia de los Cipreses pero sus “hojas” eran escamas muy coriáceas y brillantes en el haz y blancas al envés, así que le hice una foto para verlo cuando me fuera posible, entonces encontré uno de esos carteles en los que explicaba (en inglés) que era un ciprés introducido en los bosques de Japón desde hace tiempo (se le conoce como HIBA), se critica de él en comparativa con el ciprés japonés que es mas rústico en el tacto de sus hojas y que su madera no es tan buena y al parecer su nombre, en japonés escrito se puede leer como “Será un ciprés japonés mañana” jaajaja hoy no… mañaaaana jajajajjaa

Y poco más, al ser una ruta circular volví por otro camino, atravesando los pantanos en sí sobre las ya mencionadas tarimas. Aquel llano menos arbolado me permitió disfrutar de unas maravillosas vistas de las montañas cercanas, el verde es el color reinante en estos meses en Japón y, dada la tierra de donde vengo, puede que sea el que más me llame la atención.

Volví a tomar el autobús en Akanuma, de vuelta a Nikko; creo que ahora empiezo a entender el motivo de que haya tantos cochazos en el pueblo (Lancers EVO de los antiguos, Toyotas bifaro, porsche… todos ellos bastante preparados), resulta que tanto para subir como para bajar del lago Chuizenji se hace por una carretera de dos carriles y único sentido, con curvas vertiginosas que serpentean salvando la pendiente de la montaña, nada más que decir. Cuando ya llegábamos al pueblo dos muchachos muy morenos se subieron hablando en inglés… pero era un inglés muy peculiar… hasta que escuché “pinche wey…” me volví y les dije: “Mejicanos, ¿no?”. Ambos me miraron sorprendidos y empezamos a hablar un poco del pueblo, buscaban un sitio donde salir a “tomar”, pero en cuanto cae la noche en Nikko se vuelve de lo más tranquilo; al día siguiente se volverían a Tokyo y el domingo de vuelta para EEUU. Un saludo Ricardo y Luis, buen viaje de vuelta.

De camino al Hostel pasé por el templo donde recé el día antes, me pasé por el altar para dar las gracias por permitirme disfrutar de un tan buen día y cogí una de esas tablillas que se cuelgan, en ella escribí una pequeña petición que os compete a todos vosotros.
“Deseo regresar a Japón, pero esta vez acompañando a mis amigos”
Así que ya sabéis, si algún día vuelvo a Japón acompañándoos a alguno de vosotros o vosotras, tenemos una parada obligada en Nikko para dar las gracias.

Ah si se me olvidaba, antes de llegar al santuario volví a la tienda de dulces y me compré un Ayame no dango; que viene siendo un pinchito de bolas dulces de harina de arroz bañadas en salsa de soja con azúcar… OISHIII!!!! Tengo que aprender a hacerlos :D
Ya en el hostel, la Obachan me vio todo contento con mis dangos (no puedo dejar de pensar en la cancioncita de la gran familia Dango… “Daaaa~ngo daaa~ngo dango…” de la serie Clannad), me preguntó si en España era posible conseguirlos… no :___( así que me sorprendió con un té japonés bien calentito y un par de dulces más, una especie de bizcochito y unos crackers de arroz inflado llamados Senbei. Todo un detalle por su parte. Después de la merienda volví a tomar un buen baño al estilo japonés aunque no tenía tanto tiempo como el día anterior, quería conectarme a internet y me daba un poco de corte volver tan tarde como el día anterior.

Me puse ropa limpia y me dirigí al ciber, que descubrí que también era hotel y restaurante… que completo. En su salón había una mejicana de EEUU comiendo con sus hijos que acaban de llegar a Nikko y me hicieron algunas preguntas sobre el pueblo y qué visitar. Entonces vi que hoy la ancianita no estaba sola, hoy le acompañaba una joven bastante mona y oí como le decía algo como “Ese chico habla japonés” jajajaja y solo le dije dos palabras el día anterior, entonces la chica se me acercó y me soltó una retahíla en japo… esto… “chotto chotto nihongo… sumimaseee~n” *^^*u
Pero bueno, lejos de haber quedado mal, parece que le caí en gracia a la chica y comenzamos a hablar en inglés (ella mejor que yo jajaja). Vino también la señora mayor y ella le estuvo traduciendo un poco a lo que me dedicaba y qué hacía en Japón; después les enseñé las fotos del día en Senjogahara y les encantaron, parecían incluso extrañadas de que las hubiera conseguido allí mismo. Como tenía abierta la web del blog le hizo mucha gracia su nombre y me preguntó si yo era Aru jajaaja ya le expliqué sobre ello.
Pero bueno, dado lo a gusto que me encontraba allí decidí pedir para cenar, después seguí un rato más conectado y me invitaron a té. Ya a las 21.00h me despedí de las dos y le dejé mi email por si quería seguir al tanto de mi viaje y seguir viendo fotos. Quién sabe, quizá haya hecho la primera “tomodachi” de mi viaje :D
Un saludo Eri-san

Y poco más gentes y gentas, el relato de mi no-último día en Nikko llega a su fin; espero que pueda volver (como puse en la tablilla) con alguno de vosotros.

Matta neeee~!!!!

8 comentarios:

  1. Vas a echar mucho de menos Nikko, vaya paisajes más increíbles.
    Qué buenísima la chicharra, de pronto me he acordao de todas las sirenas y de los evas saliendo a por un ángel q se acerque ;D

    ResponderEliminar
  2. Friki.... ¬¬ aajajjajajja otro de los grandes sonidos de Japón.

    ResponderEliminar
  3. "oooooooyeee.... ooooyeee...."

    es lo que dice el bicho del video... ¿no le respondiste? Yo creo que intentaba decirte algo XD.

    ResponderEliminar
  4. Has encontrado una orugrita!!!!!! XDDDDDDDDDDDDDDDD

    los que no sepan lo que es que busquen en el google XDDDDDDDD

    ResponderEliminar
  5. jajajajajaja como se pasan los bichos endemoniados japoneses!!!! xDDD

    illo "pinchito de bolas dulces de harina de arroz bañadas en salsa de soja con azúcar" ... es más fácil construir otra pirámide en Gaza que explicar la composición del Ayame jaja

    Ah, y que no falte la niña mona del día ¡que genio!

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  6. En gaza tiene que ser dificil construir algo... (chiste macabro patrocinado por "Ahahi Biiru" jajajaja)
    En todo caso en Gizeh XDDD

    ResponderEliminar
  7. Asahi Biiru, goo~men, kamimashita ;Þ

    ResponderEliminar