sábado, 10 de julio de 2010

Ir a Takao... lo contrario a ponerse nervioso xD

Despues del magistral juego de palabras del título...

La del día 7 no va a ser una entrada muy larga. Después del agotador día anterior, pensaba darme una vueltecita por el pueblo de Takao (a 10 minutos en Bus desde mi ryokan) y por la tarde llegarme al Onsen de Funaoka.

La mañana se despertaba lluviosa, pero poca cosa. Chispeando preparé mi mochila y me dirigí a la parada del autobús que no tardaría en pasar y, ya por fin en Takao, me pude deleitar nada más bajarme con unas fantásticas vistas.

Intenté andar por las callejuelas, pero se me hizo imposible, el pueblo estaba edificado en torno a la carretera que serpenteaba hacia el fondo del valle. Aun así pude disfrutar de los llamativos tejados que asomaban sobre los árboles aquí y allí.

Mi caminata por el lugar (ya bajo una lluvia más intensa) me hizo llegar a un puentecito naranja que cruzaba el río y, subiendo unas escaleras accedí a un templo –creo que shinto- de la secta Shingon (curioso nombre jajaja). Estaba todo muy bien cuidado y dando un paseo por el recinto encontré uno de esos caminitos que a mi tanto me gustan, se alejaba por uno de los flancos adentrándose en un estrecho valle con un arroyo en el centro.

Mis pasos se encaminaron pues hacia dentro del bosque, siguiendo ese sendero que tenía pruebas evidentes de que los humanos solían trabajar por ese lugar –Maca, tu observación de bosque replantado debe ser cierta porque después recordé que había zonas de claras-, alguna que otra lata y rollos de alambre que no sé muy bien para qué podían servir.

Seguía lloviendo, aunque ya menos, como una fina nube de gotitas que lo envolvía todo y apenas si mojaba. El verde del paisaje cobraba más vida aún gracias a esta humedad y a mi paso saltaban las pequeñas ranas para evitar que las pisara… alguna incluso posó para mi unos instantes antes de pegar el salto hacia el arroyo.


Era curioso pues al fondo del valle llegaba la claridad, puesto que apenas había densidad de árboles, pero justo a un lado del camino, el bosque se cerraba de forma casi hermética; tanto que no dejaba pasar ni un rayo de luz y contenía bajo sus copas una negrura fantasmagórica que hacía que el simple hecho de mirar hacia el interior me dieran escalofríos. Creo que es comparable a la sensación de cuando nadas en aguas profundas en las que no ves el fondo, ese nerviosismo por lo que “puede haber” más allá de donde tus ojos ven y que está tan ligado al ser humano… ese “miedo a lo desconocido” en su forma más pragmática y esencial.

Aún así no podía dejar de mirar hacia dentro, esa curiosidad/miedo/ilusión por ver algún animal salvaje escondido en las sombras… desconocía la fauna de los bosques de Kyoto, pero me esperaba cualquier cosa… desde un lobo, un jabalí o un oso (después he comprobado que podría haber encontrado, efectivamente, osos, zorros, mapaches o incluso grandes gatos salvajes)… o hasta un kappa (es importante saber como vencerlos!!)… jajajaajaja después de todo, según las leyendas, los kappa viven en los ríos más recónditos.

A causa de la lluvia y que no iba equipado para hacer senderismo (llevaba las deportivas y no las botas), decidí volverme cuando el camino se ponía demasiado escabroso. Se comenzaba a hacer difícil de seguir y los helechos comenzaban a cubrirlo todo, es curioso cómo se agarran a las piernas y te dificultan los pasos. Llegué de nuevo al recinto del templo y allí pude encontrar un lugar para descansar junto a una cascada por la que descendía el arroyo por el que había paseado hasta llegar al río. Un relajante espacio en medio del bosque en el que pude cerrar los ojos durante unos minutos y sumergirme en el agradable sonido del agua al caer.

Después seguí mi camino siguiendo el río hasta que llegué a una bifurcación, por uno de los caminos (cruzando un puente) volvía a Takao y por el otro me adentraba en una ruta forestal que era precisamente la que tenía intención de hacer en mi plan de viaje. Según el cartel eran unos 5 kilometros hasta llegar a la ciudad, más o menos al punto donde el día anterior merendé en el Mister Donut… pero tal y como estaba el día y con el cansancio acumulado, no pensé que fuera la mejor opción. Me decanté por subir unas escaleras que había al margen del camino… unos ciento cincuenta escalones aproximadamente y en lo alto… oh no… un recinto budista y… oh sí… hay que pagar para entrar jajajajaaja

Después del esfuerzo de subir los escalones… llegué muerto arriba y el de la puerta se me quedó mirando… podía leerlo en sus ojos y el podía leer los mios.

- “El guiri este, llega roto… y será capaz de volverse pabajo por tal de no pagar…”

- “Se que sabes lo que estoy pensando…. “Miau miau miau miau, miau miau miau miau, ¡miau miau miau miau miau miau miau!”

Así que decidí, sin que sirva de precedente, pagar por entrar… al menos que la subida de los escalones no haya sido en balde… después comencé a pensar que esa era su estrategia de marketing… “después de la paliza, ¿me voy a ir sin ver que hay detrás de la puerta?”… pero bueno, es una buena estrategia, yo finalmente piqué.

El recinto no es que fuera un llamativo jardín, como los que visité el día anterior, pero tenía su grandeza en los majestuosos árboles que lo poblaban. Así que me di un relajado paseo, pude ver el valle por el que transcurría el sendero hasta la ciudad, desde un mirador desde la altura que me concedía estar en aquel lugar y comenzó a salir el sol, regalándome ese juego de luces y sombras sobre el verde al que empiezo a acostumbrarme y que creo que echaré de menos cuando vuelva a España.

En fin, lo que esperaba que fuera un tranquilo día de paseo por el pueblo se convirtió en un duro día de senderismo y subida de escaleras jajajaja así que llegué reventado al ryokan. Decidí no ir al Onsen y simplemente tomé un buen baño caliente y descansé en mi habitación bien fresquito.


Al día siguiente tendría que hacer el “check out” y cambiaría de hotel a uno más céntrico, en el famoso barrio de GION.

3 comentarios:

  1. hoy mas que nunca te echoo de menos ojala estuvieras aki!!!!!!! ya veras cuando vuelvas la q nos vamos a cojer en celebraciones jajajajaja muchos besucos!!!!

    P.D.: que asco de rateros budistas... en fin....

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  2. Buda Sucks, Shingo Power!! XD

    Me uno a la propuesta de tama, organizada por la fundacion "BPG" (Bebercio Pal Gaiyin)

    Jajajajajajaja

    Saludetes!!

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  3. Pero que perrete, menos mal que ibas a subir hoy una nueva entrada...

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